
Beneficios de las actividades de robótica para niños
La educación STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Maths) es un modelo de enseñanza práctico, que integra varias disciplinas. Es un planteamiento cuyo objetivo es motivar a los estudiantes en estas materias y que tiene múltiples beneficios para su desarrollo cognitivo. Con actividades como la robótica, niñas, niños y adolescentes juegan, aprenden y despliegan habilidades como el pensamiento computacional. Aquí te contamos sus múltiples beneficios.
«La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo», Paulo Freire. Provocar el cambio, innovar, favorecer el desarrollo cognitivo de los alumnos y alumnas, darles herramientas prácticas para su futuro… Son algunos de los objetivos que cumple la educación STEAM. Este modelo de enseñanza multidisciplinar (Science, Technology, Engineering, Arts and Maths) fomenta el interés por estas materias y ayuda en el progreso de habilidades a través de la práctica. Un buen ejemplo son las actividades de robótica para niños, niñas y adolescentes.
Cada día es más habitual ver cómo los profesores las incorporan a clase por su capacidad de motivación de los estudiantes. Les permite crear modelos y darles vida, mientras desarrollan habilidades cognitivas como el pensamiento lógico matemático y computacional, con el que resolvemos problemas mediante una secuencia de acciones ordenadas.
Pero el desarrollo cognitivo y de competencias no son las únicas ventajas, también las hay sociales y físicas.
Ventajas de las actividades de robótica para niños
Más allá del aprendizaje tecnológico y de competencias digitales, y del desarrollo del pensamiento lógico, las actividades de robótica tienen otros beneficios para los estudiantes. Ya sean de Infantil, Primaria o Secundaria favorecen:
- El trabajo en equipo, pues hay retos y talleres que necesitan de la colaboración del grupo. Algo que fomenta también la integración y comunicación entre compañeros.
- La creatividad, no sólo para diseñar herramientas, robots o soluciones, sino para hacer que funcionen y cumplan con su cometido.
- El interés por la ciencia, la innovación y la tecnología.
- El desarrollo de capacidades de expresión oral y escrita. Los estudiantes tienen que revisar documentación técnica, que les ayuda a entender nuevos conceptos y ampliar vocabulario.
- La ampliación de la capacidad de abstracción con procesos de análisis y síntesis.
- La potenciación del pensamiento crítico.
- El liderazgo y la confianza. Ésta crece cuando los niños y niñas ven que consiguen buenos resultados. La autoestima, además, les ayudará a tolerar la frustración cuando no hacen funcionar su «invento» a la primera.
- La psicomotricidad, a la hora de encajar y montar piezas.
- El emprendimiento, pues al trabajar mediante la prueba y error, es fácil que intenten innovar e iniciar sus propios proyectos.
- La curiosidad por ver cómo dar vida, por ejemplo, a un robot. O por buscar soluciones para hacer que cumpla un objetivo concreto.
- La capacidad de concentración.
- El razonamiento matemático para la resolución de problemas y operaciones.
- El acercamiento a la programación, una de las disciplinas con más futuro para los jóvenes.
Todo esto se puede aprender con actividades en el aula pero también a través de propuestas complementarias, como los talleres de robótica de The Robot Museum o los de robótica y programación de SpaceThechies.
Si quieres más consejos o ideas sobre educación, te invitamos a seguir leyendo los artículos de este blog.