
Wushu Kung Fu al aire libre: Una conversación inspiradora
Realizar una excursión escolar de Wushu Kung Fu es como descubrir un tesoro de aprendizaje, diversión y desarrollo personal. Nos adentramos en esta disciplina junto a Lucila, nuestra profesora de Wushu, para comprender su filosofía, objetivos y los múltiples beneficios que ofrece a los niños, tanto física como psicológicamente.
En el mundo de las excursiones escolares, encontrar una propuesta que combine diversión, aprendizaje y desarrollo personal es considerado un verdadero tesoro. En nuestro afán por ofrecer experiencias diferentes para los estudiantes, nos adentramos en el increíble mundo del Wushu Kung Fu.
Con el objetivo de comprender mejor esta disciplina y su impacto en los niños, en Hi! Ocio nos sentamos a hablar con nuestra profesora de Wushu, Lucila. A través de esta entrevista, entenderemos la filosofía, los objetivos y los beneficios tanto físicos como psicológicos que ofrece nuestra actividad.
A: ¡Hola Lucila! Nos encanta nuestra actividad contigo, cuéntanos brevemente qué es el Wushu Kung Fu.
L: Claro, el Wushu y el Kung Fu son términos que se entrelazan, aunque en Occidente se conoce más comúnmente como Kung Fu. Sin embargo, de forma concisa, prefiero referirme a él como Wushu porque significa «Arte Marcial». Kung Fu tiene otra connotación, pero ahí lo dejamos por ahora.
A: Entiendo, ¿y cómo describirías la filosofía detrás de tus clases de Wushu para niños?
L: Mi enfoque se basa en parte en la filosofía del Yin y el Yang, fundamental en el Wushu. Dentro de nuestras clases, se experimenta una energía dinámica, una explosión del Yang que nos enciende y nos impulsa, pero al final de la sesión, siempre encontramos calma y paz. Se trata de explorar nuestras capacidades al máximo, permitiendo a los niños sorprenderse con sus propias habilidades y aprender a responder a diferentes estímulos, ya sea un ataque o una caída. Estas habilidades son esenciales para la vida, no solo dentro del Wushu.
A: ¿Cuáles son los objetivos que se pretenden lograr con esta actividad?
L: Nuestros objetivos son claros: desarrollar agilidad, fuerza y coordinación, todo mientras los niños disfrutan y se divierten. Queremos que ganen confianza en sí mismos, seguridad personal y que aprendan técnicas tanto defensivas como ofensivas, todo ello a través del juego y la igualdad de condiciones.
A: ¿Qué beneficios psicológicos aporta esta disciplina?
L: Los beneficios van más allá del aspecto físico. Además de mejorar la agilidad, flexibilidad y concentración, el Wushu promueve la seguridad personal y la calma. Ayuda a los niños a estar presentes en el momento, lo que les permite responder de manera más efectiva a diversas situaciones. Esta confianza y calma se reflejan en su vida cotidiana, mejorando su capacidad para resolver problemas y enfrentar desafíos.
A: ¿Cómo promueves la igualdad de género y la inclusión en tus clases de Wushu?
L: Para mí, la igualdad de género y la inclusión son fundamentales. Utilizo un lenguaje inclusivo y diseño actividades que todos los niños puedan disfrutar por igual, sin importar su género. En mis clases, no hay diferencias de género, todos son tratados por igual y se les anima a participar plenamente.
A: ¿Cómo crees que todos estos objetivos impactan en otras áreas de la vida de los niños?
L: El impacto es significativo. Además de mejorar la concentración y la atención, el Wushu les brinda a los niños habilidades para enfrentar situaciones difíciles, como el bullying, y les proporciona una sensación de seguridad y confianza en sí mismos. Estas habilidades son transferibles a otras áreas de sus vidas, como la escuela y el hogar, mejorando su calidad de vida en general.
A: ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los profesores que están considerando llevar a sus alumnos a la actividad de Wushu?
L: Quisiera que comprendieran que el Wushu no es solo una actividad física, sino una experiencia que ofrece mucho más. Además de desarrollar habilidades físicas, como agilidad y fuerza, el Wushu les proporciona a los niños herramientas para la vida, como confianza en sí mismos, concentración y calma. Es una oportunidad única para que los niños descubran sus propias capacidades y se conviertan en versiones más seguras y seguras de sí mismos.